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Artritis:

una condición dolorosa

 

La artritis es un término general para condiciones que afectan las junturas y los tejidos circundantes. Las junturas son los lugares en el cuerpo dónde los huesos vienen juntos, como la rodilla, muñeca, dedos, dedos de los pies, y caderas. La palabra artritis evoca un espectro de temor dolor y desesperanza. Sin embargo, un tratamiento a tiempo puede marcar la diferencia entre una enfermedad vivible y una afección problemática.

La clave está en conocer y actuar a tiempo.

Los dos la mayoría de los tipos comúnes de artritis es osteoartritis y artritis reumatoide:

 

El osteoartritis (OA) es conocida como una enfermedad degenerativa de las articulaciones. En este tipo de artritis, el cartílago se daña y se desgasta, causando dolor y rigidez. Evoluciona por crisis que pueden producir una inflamación de la articulación afectada. Dado que la artrosis se desarrolla con la edad, se ha relacionado con el envejecimiento; sin embargo no es una forma severa de artritis, los síntomas son generalmente tolerables y rara vez son severos.

 

A pesar de que no existe todavía ningún medicamento que proteja el cartílago y prevenga la artrosis, el tratamiento médico con analgésicos, anti inflamatorios, la fisioterapia y en algunos casos las infiltraciones (inyección intra articular de un anti inflamatorio) son, en general, suficientes para controlar los síntomas. En casos severos la cirugía puede ser útil.

La Artritis Reumatoide (AR) es una dolencia inflamatoria que afecta principalmente las articulaciones, si bien en casos muy graves también puede dañar otros órganos, como el corazón, los pulmones, los ojos y el sistema nervioso. La artritis reumatoide, también llamada atrófica, es más frecuente entre las mujeres y puede presentarse a cualquier edad.

Se trata de una enfermedad de causa desconocida, crónica, destructiva y muchas veces deformante, en cuyo origen participa el propio sistema inmunológico del organismo. La respuesta inmunitaria del organismo origina una acumulación de células inflamatorias, linfocitos y macrófagos, dentro de la membrana sinovial que recubre las articulaciones. Las enzimas liberadas por estas células afectan el hueso y los cartílagos de las articulaciones, produciendo los síntomas característicos de la artritis.

 

Mientras el osteoporosis y osteoartritis son dos condiciones médicas muy diferentes con algo en común, la similitud de sus causas nos confunde. Estas condiciones desarrollan diferentemente, tenga los síntomas diferentes, se diagnostican diferentemente, y se tratan diferentemente. Mientras es posible tener osteoporosis y artritis, los estudios muestran que las personas con osteoartritis tiene algunas probabilidades para desarrollar la osteoporosis. Por otro lado, las personas con la artritis reumatoide tienen más probabilidad para desarrollar la osteoporosis.

Con cualquiera o ambas condiciones, las personas benefician de programas del ejercicio que pueden incluir terapia física y rehabilitación. En general, ejercicios que dan énfasis a estirar el cuerpo, fortaleciendo la postura, y el rango de movimiento es apropiado, como la natación y los aeróbicos.

Sin embargo, personas con la osteoporosis deben tener cuidado para evitar actividades de incluyen el torcimiento delantero de el cintura, torciendo la espina, o alzando los pesos pesados. Las personas con la artritis deben compensar para el movimiento limitado en las junturas artríticas. Siempre verifique con su médico determinar si un cierto ejercicio o el programa del ejercicio está seguro para su situación médica específica.

La mayoría de las personas con AR. tiene un buen futuro. A pesar de algunas dificultades con el empleo, con ciertas actividades cotidianas, estrés familiar y, en algunos casos, la deformidad en las articulaciones, la mayoría de los pacientes pueden vivir una vida normal y prevenir muchos problemas serios posteriores, si reciben el tratamiento adecuado en las etapas tempranas de la afección. La AR. con el tiempo se vuelve menos agresiva, aún cuando ha llegado a sus formas más complejas: la inflamación de la membrana sinovial es menos activa, la fatiga y la rigidez disminuyen y la posibilidad de que se inflamen nuevas articulaciones se reduce. Sin embargo, a pesar de que la enfermedad es menos activa con los años, cualquier daño ya ocurrido en el hueso o en los tejidos circundantes permanece indefinidamente.

Quimicos Farmaceuticos e Industriales, S. A. de C. V.

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